domingo, 13 de marzo de 2016

¿Es para todo el mundo la ayuda a domicilio? ¿Debería estudiar Atención a personas en situación de dependencia?

Hace tiempo que quería escribir esta entrada, ya que actualmente hay algo que ha cambiado en la ayuda a domicilio, y es que hay chicas que están estudiando el módulo de FP de Atención a personas en situación de dependencia, es decir, los estudios que hay que tener actualmente para entrar a trabajar como Auxiliar de Ayuda a Domicilio, pero ¿es la ayuda a domicilio para todo tipo de personas? ¿Deberíais estudiar este módulo? ¿Tendré problemas? ¿Será para mí este trabajo?


Y con todo quiero explicaros mi experiencia, yo he estado formándome durante siete años para el trabajo de Auxiliar de Ayuda a Domicilio. A las chicas que estudian el módulo de FP les parecerá raro lo de los 7 años, ya que el módulo son dos años, pero tenéis que tener en cuenta que las auxiliares hacen muchos cursos, estudian por su cuenta, pero también hacen cursos para reciclarse y aprender más cosas que ponen a su disposición las diputaciones y las empresas. Por ejemplo, yo he hecho cursos de la empresa donde trabajaba, de diputación, de la Junta de Andalucía, de UGT, de academias privadas, etc. Y por eso han sido 7 años sin parar.

Cuando comienzas unos estudios, no sabes si se te dará bien, o si esa carrera irá bien contigo, eso le pasa a todo el mundo, nadie nace y dice “voy a ser abogada” y estudia derecho y luego triunfa en la vida con esa carrera. Así que voy a explicaros cosas para que sepáis si os servirán esos estudios, si deberíais hacerlos, si soportaréis ser Auxiliares de Ayuda a Domicilio, o Técnico en Atención Sociosanitaria en el Domicilio (que era mi formación).

Hay dos partes completamente distintas, por un lado está si se te dará bien ser auxiliar, y por otro lado si tu cuerpo lo aguantará:


¿Se te dará bien ser auxiliar?

Las auxiliares tienen que ser personas muy organizadas, llegarás a casas donde puede que haya hasta síndrome de Diógenes, o casi, casas donde tendrás que organizar su vida desde cero, porque son personas tan mayores que han perdido todos los hábitos comunes que hay en cualquier casa, y toda la ropa está mezclada y liada dentro de los armarios, incluso puedes encontrarte excrementos de bichos en los armarios de la cocina, y literalmente un caos. Esto para mí no era un problema, porque soy organizada, y poquito a poquito, cada día organizando una cosa, cuando pasa un año te das cuenta de que has conseguido que una casa vaya como debe ir.

Las auxiliares deben ser muy profesionales, te van a ofrecer todo tipo de cosas para que te saltes las normas que has aprendido en tus estudios o que te marca tu empresa, desde dinero, hasta lo que te imagines, y a cambio te pedirán cosas como que te quedes más horas, o acudirán a tu casa cada dos por tres porque necesitan cosas de ti. Si no aceptas esas cosas, buscarán otras maneras de conseguirlas, cómo el chantaje emocional “tú no eres para mí una auxiliar, sino una amiga” o de mi familia, o lo que sea. Otra manera es mentir sobre ti, yo soy una persona hiperactiva, eso quiere decir que por ejemplo mi propia pareja me riñe porque no paro de moverme y de hacer mil cosas al día, llegando incluso a estresarme mucho y tener ansiedad, pues para conseguir cosas de mí, han llegado a mentir, y a llamar a la empresa y a contar a otras personas, que yo llegaba, me sentaba, y cuando terminaba mi hora me iba, y eso es muy duro, que mientan sobre ti, y más cuando no paras de hacer cosas por ellos, hasta el punto de enfermar. Si eres profesional mantendrás unos límites, para que no entren en tu vida fuera del trabajo, para no hacer lo que está estipulado que no debes hacer, y serás inflexible.



¿Tú cuerpo aguantará el ritmo?

Otro aspecto es que las auxiliares deben ser fuertes físicamente. No importan que tú digas, “yo puedo”, “esto a mí se me dará genial”, “yo puedo hacer este trabajo como una más”, “soy fuerte y resistente, yo creo que sí”. Sé sincera contigo misma, porque este te afecta a ti principalmente y a tú salud. Las auxiliares de ayuda a domicilio tienen que llevar a cabo grandes esfuerzos, tienen que levantar a personas que pesan mucho, y sinceramente, en todas las casas no hay grúas, cuando estudias te enseñan a manejarlas, pero en muchas casas no quieren tener una grúa, ni en el caso de que la Junta de Andalucía les preste una, no quieren ese armatoste en su casa. Yo recuerdo una vez, en que tenía que levantar a una anciana, llegué después de tres meses, y no podía levantarla porque había quedado completamente impedida, la anciana me dijo llorando, que el día anterior (domingo) sus dos nueras habían intentado levantarla entre las dos y no pudieron, y las nueras querían que la levantara yo sola, no importan las técnicas que te enseñen, si un anciano pesa cuatro veces más que tú, la cama no está preparada, no hay grúa, y la persona está impedida y no puede colaborar, lo único que harás será lexionarte, cómo me pasó a mí.

Por otro lado, las auxiliares tienen un tiempo limitado, no solo en cuanto al tiempo se servicio dentro de un hogar, sino al tiempo de desplazamiento, en  mi caso, tenía 10 minutos, daba igual la distancia, eso significaba que en algunos desplazamientos me sobraba y en otros literalmente iba corriendo por la calle, porque necesitaba 20 minutos para llegar, y si llegaba tarde en la casa me regañaban. Lo más normal, es que en la casa también corras, porque hay poco tiempo y muchas tareas por hacer (y yo como hiperactiva quería hacerlas todas). Además, en algunas casas te reñirán si te ven sentarte un solo segundo a lo que sea, ya sea a recuperar aliento, o como me pasó a mí, en una ocasión llamaron a la empresa porque cuando llegaba me sentaba un momento a ponerme el uniforme encima de la ropa y cambiarme los zapatos, ¿no te parece absurdo y un abuso? No tardaba más que un minuto o dos, y a partir de entonces tuve que empezar a cambiarme de pie. Es mucho tiempo de correr y hacer tareas sin parar.


Mi experiencia

Y ahora os cuento mi experiencia, que además hará que no escriba tan a menudo por aquí. En mi caso yo elegí mal, todos me decían que se me daría muy bien ser Auxiliar, por varias razones, una que soy tremendamente organizada y siempre me encargan a mí ese tipo de trabajos, otra que en casa de mis padres yo he sido siempre la que curaba a todo el mundo, llegando incluso a quitar puntos, o curar cualquier herida que tuvieran, y otra porque se me da muy bien aprender rápidamente e intento ser muy profesional en todo lo que hago.

Pero aunque intentaba ser la más profesional de todas en el trabajo, aunque organizaba todo y me sentía muy feliz de ver lo que había conseguido, aunque me llevaba muy bien con algunos ancianos por tener gustos similares (cómo la jardinería o las manualidades y labores), lo cual te ayuda a empatizar, se me estaba olvidando algo. Y es que el esfuerzo no me sentaba nada bien.

Todas las auxiliares acaban teniendo problemas de salud similares, lo normal es que sufran por un lado problemas de espalda o cervicales, con los consiguientes dolores y mareos, o pinzamientos en la columna debido a las contracturas en los trapecios, a la altura de donde empiezan los brazos, por ahí pasan los nervios que si se pinzan, te duermen los brazos, y eso es habitual y les pasa a muchas auxiliares (todo esto me lo explicó un fisioterapeuta). Pero hay otra cosa muy común, y que causa muchas bajas médicas, y es la ansiedad, llegando en algunas incluso a la depresión. Y es que señores, hay que aguantar que te griten por muchas tonterías, y sobre todo porque quieren conseguir de ti cosas que tú no tienes permitido dar.

Pero en mi caso, además de problemas de cervicales, pinzamientos en la columna, contracturas en los trapecios y ansiedad, empecé a tener problemas de salud mucho más graves, que  no suelen tener otras auxiliares, y estos son problemas de corazón y epilepsia. En cuanto a los problemas de corazón, empezaron a darme taquicardias y palpitaciones, que llegaron a hacer que me desmayara incluso, y me tuvieron que operar, me hicieron una ablación cardíaca. En cuanto a la epilepsia, empezaron a darme ataques por la noche en la cama, y ¡sorpresa! Estuve muerta durante un rato, y me tuvo que reanimar el 061, y el neurólogo me dijo que era debido al esfuerzo y todavía hoy me medican. Una de las experiencias más duras fue ver cómo en la cama de al lado hacían un trabajo que hacía yo misma, movilizar a una encamada a la que le había dado un ictus, para lavarla y cambiarle las sábanas, algo que yo hacía todos los días, y antes de la epilepsia lo estaba haciendo yo sola, y en el hospital lo hacían entre cuatro enfermeras, no sabéis como lloré al ver esto, ¿cómo no iba a darme un ataque epiléptico brutal? Mi cuerpo me estaba diciendo “NO”, “BASTA”, “NO PUEDO SEGUIR ESTE RITMO”. Seguí trabajando después de varias bajas, pero ya no tenía fuerzas y cada vez tenía más problemas de salud, incluso llegando a tener terror nocturno y ataques de terror, ansiedad brutal, donde hiperventilaba y todo, por el miedo a tener otro ataque tan fuerte y que esta vez no despertara. Finalmente me vio una doctora y me dijo que dejara el trabajo porque soy muy joven (entonces 32) y que buscara algo que estudiar o donde trabajar donde no tuviera que hacer esfuerzos, para no perder mi salud.

Ahora os digo, esta ha sido mi experiencia, pero no la de todas las auxiliares, hay auxiliares que son muy fuertes físicamente, y pueden llevarlo todo para delante, ahora eres tú la que tiene que preguntarse ¿soy lo suficientemente fuerte? Si la respuesta es no, busca otros estudios.

En mi caso estoy formándome y tengo proyectos de futuro para formarme en otras cosas como la nutrición y dietética, el coaching, y constantemente me formo en cuanto a temas relacionados con audiovisuales. Y he empezado una nueva vida.

Espero que os haya ayudado esta entrada, y mucha suerte con vuestros estudios y carrera.

1 comentario:

carmen dijo...

De acuerdo en casi todo lo que escribes en el articulo, menos en una cosa, que ademas creo que es de las mas importantes y en la que las auxilares de ayuda a domicilio deberiamos poner nuestra prioridad, y es concienciar a empresas y usuarios que no somos " mulas de carga " y que no estan pagando para que alguien levante cien kilos sin ningun tipo de ayuda, y quien debe hacer esto en primer lugar, las empresas, cuando la trabajadora social de la empresa, me da igual pública que privada, va a un domicilio para realizar la valoración y hacer el programa de intervención ,obligatoriamente tendria que incluir y facilitar todas las ayudas mecánicas que se precisen para realizar el trabajo en condiciones optimas.Y nuestro deber es exigirselo a la empresa, me direis : si haces eso te iras a la calle, pero el no hacerlo implicara que te vayas igual a la calle pero ademas con una enfermedad que te costara,si es que lo consigues, que te la acepten como laboral